Ayuda a perder peso.
La toronja ayuda a quemar grasa. Además, la fibra que contiene la toronja puede ayudar a sentirse saciado y, al mismo tiempo, elimina el riesgo de comer en exceso y estimula la liberación de colecistoquinina (una hormona que regula los jugos digestivos).
Alivia los síntomas del resfriado. El zumo de pomelo ayuda a recuperarse más rápidamente de la fiebre y reduce la sensación de calor. El agua con zumo de pomelo sacia la sed más rápidamente. Su alto contenido en vitamina C fortalece el sistema inmunológico, por lo que el cuerpo combate más fácilmente el calor.
Previene la formación de cálculos renales. El ácido frutal previene la formación de cálculos renales, pero esto solo es eficaz si se consume pomelo con regularidad.
Previene el asma. Las personas que consumen determinados nutrientes, como la vitamina C, son menos propensas a desarrollar asma.
Ayuda a combatir el insomnio. Beber un vaso de zumo de pomelo antes de acostarse ayuda a conciliar el sueño más rápidamente y reduce los molestos síntomas y efectos del insomnio. Esto se debe a la presencia de triptófano en el pomelo.